Phoenix (EE.UU.) (EFE).- Los Phoenix Suns golpearon primero en las Finales de la NBA y tomaron ventaja (1-0) ante unos Milwaukee Bucks que al menos tuvieron la buena noticia de recuperar el martes a su estrella Giannis Antetokounmpo tras su lesión en la rodilla (118-105).
Los Suns, que llegan como favoritos tras arrasar en la Conferencia Oeste, contaron con un espléndido Chris Paul, que a sus 36 años y en su debut en las Finales consiguió 32 puntos (12 de 19 en tiros), 9 asistencias y 4 rebotes.
Junto al experimentado base brillaron para los Suns los otros dos puntales del equipo: el escolta Devin Booker (27 puntos y 6 asistencias) y el pívot Deandre Ayton (22 puntos, con 8 de 10 en tiros, y 19 rebotes).
Los de Phoenix, que aterrizaron en las Finales con tres días más de descanso que sus rivales, parecieron contar con un punto más de energía, lucidez y acierto que los Bucks.
Un ejemplo de ello fue la estadística de los tiros libres: los Suns presumieron de un fantástico 25 de 26, pero los Bucks solo lograron 9 de 16.
En los visitantes, Khris Middleton fue el faro en ataque con 29 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias.
Antetokounmpo se había perdido por lesión los dos últimos encuentros de la final de la Conferencia Este ante los Atlanta Hawks (4-2 para los Bucks).
El griego fue duda hasta última hora para el partido de hoy, pero al final la estrella griega acabó jugando de titular y ofreció un rendimiento notable e ilusionante para su afición: logró 20 puntos (6 de 11 en tiros), 17 rebotes y 4 asistencias en 35 minutos sobre la cancha.
El segundo encuentro de las Finales se jugará el jueves también en Phoenix (EE.UU.).
ANTETOKOUNMPO BUSCA SENSACIONES
En medio de una agobiante atmósfera en el Phoenix Suns Arena, muy ruidoso y tenso desde el minuto uno, Giannis Antetokounmpo salió decidido a recuperar sensaciones cuanto antes.
Intentó un alley-oop en la primera jugada, atacó la zona sin descanso y se retó en un extravagante duelo con los fans de los Suns, que, como antes hicieron los de los Brooklyn Nets o los Atlanta Hakws, le afearon a gritos su lentísimo y controvertido ritual desde el tiro libre (10-12 con 6.48 por jugarse).
Un poco atenazados, como si la timidez les agarrotara en su desembarco en las Finales, los Suns tardaron algo en entrar en combustión.
Pero poco a poco encontraron el camino con las vertiginosas transiciones ofensivas de Devin Booker y la solidez interior de Deandre Ayton.
Un triple de Cameron Payne, el desatascador oficial de estos Suns, culminó el primer empujón local de la noche (24-20 con 3.01 en el reloj).
Y pese a dos mates seguidos de Antetokounmpo y un buen primer cuarto de Brook López (7 puntos), los Suns encararon el segundo parcial por delante tras un palmeo sobre la bocina de Torrey Craig (30-26).
Chris Paul había pasado desapercibido en el primer cuarto, pero en el segundo fue el amo y señor del encuentro.
El veterano base, con 11 puntos solo en el segundo parcial, guió a unos Suns que, sin hacer demasiado ruido, dominaban el partido y abrían pequeñas distancias (45-38 a falta de 6.55).
El encuentro era más intenso que vistoso, más reñido que espectacular.
Pero ya entonces dejó algunos choques de gran tonelaje como el que midió a Antetokounmpo y Crowder.
En cualquier caso, los Suns se marcharon al vestuario por delante (57-49) y con la sensación de que, cuando podían correr al contraataque, eran imparables (15 puntos en transición ofensiva en la primera mitad).
EL VIENTO A FAVOR
En pleno julio, el calor desértico de Phoenix cae como una losa que aplasta a todo el que no se refugie en la sombra.
Pero dentro del estadio de los Suns, un viento muy fresco comenzó a soplar claramente a favor de los locales.
Un triple con tiro adicional de Paul encendió la mecha para que los Suns tiraran abajo la barrera de los diez puntos en los primeros compases de la reanudación (65-52 con 9.38 por jugarse).
Los de Phoenix no se quedaron ahí.
Con un Paul magistral y en un asombroso estado de forma (16 puntos en el tercer cuarto), los Suns echaron el cerrojo a su defensa y se soltaron en ataque en un penúltimo parcial en el que, junto a Booker y Ayton, también destacó Mikal Bridges (78-62 a falta de 4.42).
Los Bucks parecían fundidos y al borde de la ruina ya que llegaron a perder por 20 puntos en el tercer cuarto.
Pero los triples de Middleton y López les permitieron llegar con vida al cuarto definitivo (92-76).
Sin nada que perder, los Bucks se tiraron de cabeza a por el partido y entre Middleton y Antetokounmpo sembraron algunas dudas en los Suns (101-92 con 7.46 por disputarse)
Sin embargo, gracias a Cameron Payne y, sobre todo, a un Chris Paul que es un antídoto para cualquier mal, los Suns no dejaron que se les escapara una victoria en casa muy importante y que les acerca a su sueño de lograr por fin el anillo de campeón.