RD.-El exsenador Adriano Sánchez Roa manifestó que la única solución viable al colapso actual de Haití radica en una intervención militar de las grandes potencias. Esta nación, actualmente bajo el dominio de poderosos grupos criminales, enfrenta serias dificultades para implementar un plan integral de desarrollo.
“En este sentido, instamos al Gobierno y a la sociedad dominicana a intensificar los esfuerzos para que dichas naciones conformen una misión armada destinada a erradicar de manera definitiva la principal causa de la crisis haitiana: el control desmedido del territorio por parte de bandas armadas”, afirmó Sánchez Roa.
Como expresidente de la Comisión de Frontera del Congreso, Sánchez Roa destacó que el pueblo haitiano ha perdido las condiciones necesarias para restablecer la seguridad en su país. Por lo tanto, considera imperativo la activación de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS), compuesta por soldados experimentados provenientes de grandes potencias.
El exsenador advirtió que los grupos armados en Haití han alcanzado una autonomía económica significativa, estableciendo altos precios para el tránsito de mercancías y personas, lo que complica aún más la situación.
Recordó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de María Isabel Salvador, responsable de la Oficina Integrada de la ONU en Haití (BINUH), ha reconocido que “la magnitud y duración de la violencia han superado la capacidad de la Policía Nacional Haitiana, incluso con el apoyo de las Fuerzas Armadas y la MSS”.
Salvador también reveló que entre febrero y marzo de este año, más de 1,000 personas fueron asesinadas y al menos 60,000 se vieron obligadas a huir de la violencia, exacerbando la crisis humanitaria. Según datos de UNICEF, más de tres millones de niños requieren asistencia humanitaria y más de la mitad de la población haitiana sufre de hambre.
“Por ello —explicó el exsenador— sería un grave error reactivar a los cascos azules de la ONU, que ya demostraron su incapacidad, así como está ocurriendo actualmente con las fuerzas policiales de Kenia y otros países. Las bandas que deben ser desmanteladas están fuertemente armadas, conocen su territorio y están dispuestas a enfrentar cualquier contingente que intente imponer la paz y la seguridad.”
Sánchez Roa subrayó que una vez lograda la pacificación y el restablecimiento de la institucionalidad en Haití, se podrían asegurar servicios básicos para la población, tales como alimentación, salud, educación y empleo, además de fomentar el desarrollo de zonas francas, turismo, agroindustria y, fundamentalmente, la protección de los derechos humanos.
Para la República Dominicana —que enfrenta las repercusiones directas de la presión migratoria masiva y ve amenazada su estabilidad social, económica y demográfica— es esencial devolver al pueblo haitiano un Estado civilizado, institucional y democrático. Este objetivo debe ser apoyado por ONG y actores internacionales comprometidos con la causa.
