RD.– El periodista y analista político Pablo McKinney respaldó la propuesta del aspirante presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Charlie Mariotti, para instaurar la figura de la “silla vacía” como mecanismo institucional frente a los casos de legisladores implicados en narcotráfico o crimen organizado.
McKinney afirmó que se trata de una medida imprescindible para enfrentar la influencia del dinero ilícito en la política dominicana.
El periodista explicó que la propuesta de Mariotti es que “si un diputado miembro del partido ‘X’ es atrapado en Miami acusado de narcotraficante y condenado; desde el momento en que es condenado, el partido al que pertenece ese narcotraficante pierde su curul. No es que tiene derecho a sustituirlo, sino que pierde”.
El comunicador destacó que la iniciativa obliga a los partidos a enfrentar las consecuencias políticas de los hechos que involucran a sus propios dirigentes.
“A mí me encantó la propuesta, le mando el saludo a Charlie. Porque aquí se puede y se debe hacer muchas cosas. Porque si no reaccionamos con esto de que el narcotráfico y el lavado de activos dirigen tanto la política electoral dominicana, que ya hay casos y casos y casos de personas que se han hartado de pagarle la campaña a políticos para que ellos sean diputados y los protejan… ahí está la propuesta”, sostuvo.
McKinney recordó que esta problemática ya ha generado múltiples episodios en el país, y advirtió que la ausencia de respuestas firmes solo fortalece la penetración criminal en los procesos electorales.
Mariotti: “Los partidos deben asumir responsabilidad real”
El respaldo del periodista coincide con el planteamiento reciente de Mariotti, quien insistió en que el debate sobre la infiltración criminal en la política no puede quedarse en exhortaciones. El dirigente peledeísta reiteró que la “silla vacía” es el mecanismo que permitiría que cada partido asuma consecuencias reales cuando uno de sus representantes enfrenta acusaciones graves.
“La gente está cansada de que cada partido se lave las manos diciendo que la culpa es personal. La silla vacía envía el mensaje de que la política no es un refugio”, reiteró Mariotti.




