La reciente decisión de la administración de Donald Trump de paralizar casi por completo las actividades de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha generado una profunda preocupación en la comunidad internacional.
Esta medida afecta a miles de programas humanitarios y de protección del medioambiente, particularmente en Latinoamérica, donde Colombia ha sido el principal receptor de fondos, recibiendo 395 millones de dólares en 2023.
A principios de febrero, Elon Musk, designado por Trump para llevar a cabo drásticos recortes en el presupuesto federal, anunció la reducción del personal de USAID de 10,000 empleados a tan solo 300.
Además, la administración Trump ha indicado que revisará los 42 mil millones de dólares de presupuesto asignados a esta agencia.
Esta decisión, calificada de draconiana, ha sacudido a la comunidad de ONG, dado que USAID representa cerca del 40% de la ayuda humanitaria global.
Elon Musk justificó el desmantelamiento de la agencia al calificarla como «un nido de víboras marxistas», una crítica que resulta insólita considerando que USAID ha sido históricamente un instrumento de poder blando de Estados Unidos en el ámbito internacional.
La misión de la agencia incluye financiar ayuda humanitaria y fomentar la democracia, aunque ha sido acusada de injerencia y intervencionismo por países como Cuba, Venezuela y Bolivia, por su apoyo a voces disidentes y de oposición.
Sin embargo, en muchos países, los fondos de USAID han sido cruciales en los últimos años para la distribución de alimentos, la lucha contra el VIH, la defensa del medio ambiente y el apoyo a defensores de derechos humanos en zonas de conflicto.
La paralización de estas actividades no solo pone en riesgo la continuidad de estos programas, sino que también afecta a millones de personas que dependen de esta ayuda para su supervivencia y bienestar.
La comunidad internacional y las organizaciones no gubernamentales hacen un llamado urgente a reconsiderar esta decisión y a mantener el compromiso con la ayuda humanitaria y el desarrollo sostenible en el mundo.
La situación actual exige una reflexión profunda sobre el papel de USAID y su impacto en la vida de miles de personas en situaciones vulnerables.
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RFI
