La proliferación de clínicas estéticas clandestinas, o con permisos irregulares evidencia una preocupante falta de supervisión y control efectivo.
Santo Domingo, República Dominicana. La reconocida comunicadora Hermes Meccariello ha alzado su voz para demandar mayor control, supervisión y responsabilidad en el sistema de salud dominicano. Su enérgico llamado surge tras compartir la desgarradora experiencia de ser víctima de una mala práctica médica durante un procedimiento estético.
«Es increíble que en pleno 2025 sigamos viendo una creciente ola de denuncias por malas prácticas médicas en procedimientos estéticos. Es alarmante la permisividad de centros que operan sin cumplir los requisitos legales», cuestionó Meccariello, añadiendo que «supuestos médicos usurpan funciones como cirujanos plásticos, poniendo en riesgo la vida de cientos de pacientes al realizar cirugías invasivas sin contar con la debida habilitación profesional, sanitaria ni protocolos de emergencia.
¿Dónde están los controles reales? ¿Cuántas muertes más se necesitan para que el sistema de salud despierte?».
La comunicadora hizo un llamado directo al Ministerio de Salud Pública, específicamente a su Dirección de Habilitación y Acreditación, entidad encargada de regular, inspeccionar y autorizar los centros de salud y a los profesionales del país. Sin embargo, la proliferación de clínicas estéticas clandestinas o con permisos irregulares evidencia una preocupante falta de supervisión y control efectivo.
«Cerrar un centro por unos días no es suficiente. Los casos de infecciones por bacterias, mala praxis y muertes asociadas a procedimientos estéticos mal realizados siguen ocurriendo cada semana. Se necesitan sanciones ejemplares, suspensiones definitivas y consecuencias penales para los que juegan con vidas humanas», enfatizó.
Meccariello aclaró que su reclamo no busca atacar a los médicos que ejercen con ética y respeto, sino señalar a aquellos que manchan la profesión: «Aquellos que usurpan títulos, violan la ley y convierten una ilusión estética en una pesadilla».
«Yo sé lo que duele este proceso, lo que cuesta emocional, física y económicamente someterse a una cirugía estética, confiando tu vida a un supuesto profesional de la salud que resulta no serlo. Terminas con tu salud destruida, sin respaldo de cobertura por los seguros, y en muchos casos, en un ataúd», expresó conmovida.
Finalmente, la comunicadora extendió su solidaridad a las víctimas y sus familias, haciendo un llamado público a denunciar estos casos: «Hoy me pongo en el lugar de quienes ya no están, de quienes sufren en silencio y de quienes aún no se atreven a denunciar. A todos les digo: ¡basta ya! ¡No más negligencia! ¡No más impunidad!».