Méndez sostuvo que convertir el traslado de Machado en una proeza del siglo sirve únicamente para inflar artificialmente su figura ante el público internacional, mientras se oculta la dinámica de prudencia con que actuaría cualquier gobierno que busca impedir provocaciones o montajes susceptibles de justificar escaladas de conflicto. “La historia del escape es un producto propagandístico, no un hecho verificable”, expresó.
“Si realmente existiera un riesgo para la integridad de la lideresa opositora, los primeros interesados en prevenirlo serían las autoridades venezolanas, dada la facilidad con que episodios aislados han sido históricamente manipulados para justificar intervenciones. La prudencia explica más que el heroísmo ficticio que intentan colocar en la opinión pública”, apuntó.
Méndez advirtió que el derrumbe del relato del supuesto escape muestra la distancia entre la Venezuela real y la ficción internacional que busca fabricar gestas donde no las hay. Señaló que la insistencia en presentar a Machado como autora de proezas imposibles responde a la necesidad de sostener un discurso ya agotado.




