“El sufragio no debe ser premiado ni comprado”, afirmó Méndez, tras considerar que se trata de un derecho que se ejerce con libertad, y de un deber que se asume con responsabilidad patriótica. “Estimular el voto con descuentos, certificados o beneficios rompe el principio de igualdad electoral, y crea una ciudadanía de dos velocidades, donde quienes votan reciben y quienes no votan son castigados, aunque ambos sean ciudadanos plenos”, subrayó.
El exlegislador por la provincia Bahoruco señaló que la iniciativa, más allá de su aparente buena intención, podría convertirse en una forma de coacción encubierta hacia los sectores más vulnerables, precisamente donde el Estado debería concentrar sus esfuerzos en educación cívica y formación para la participación consciente. “Premiar el cumplimiento de un deber, en lugar de estimularlo por convicción, equivale a institucionalizar el clientelismo y abrir paso a nuevas formas de manipulación electoral”, alertó.
Méndez hizo un llamado al Senado de la República a detener esa iniciativa de ley, insistiendo en que la democracia no se fortalece repartiendo recompensas, sino garantizando instituciones confiables, promoviendo la educación política, y devolviendo al ciudadano la confianza en su poder de decisión libre y soberana.