Nueva York (EFE).- Donald Trump, que obtuvo una clara victoria en las elecciones de Estados Unidos celebradas el martes, no hará demasiado hincapié en la política exterior en Latinoamérica en su futuro mandato, aunque cabe un posible giro del país al proteccionismo económico que podrá perjudicar a la región, según varios expertos.
Todo apunta a que, bajo la presidencia de Trump, EE.UU. llevará a cabo una política más proteccionista y aislacionista de aumentos de los aranceles, lo que «puede afectar a muchas economías de América Latina», explica en entrevista con EFE Edgar Franco, profesor adjunto de la Universidad de Michigan.
El docente, especializado en política latinoamericana, incide en que esta tendencia proteccionista afectará a economías que importan en materias primas, «es decir, la mayoría de países de la región», aunque beneficiará a gobiernos con líderes con tendencias autoritarias como el salvadoreño Nayib Bukele o el argentino Javier Milei.
Pedraza opina que la política exterior del futuro presidente no profundizará en Latinoamérica porque «ya no supone una ventaja para él»: «En el anterior mandato (Trump) estaba buscando el apoyo de los inmigrantes latinoamericanos que ya eran ciudadanos de Estados Unidos».
Milei estará entre los favorecidos
En el foco de la política exterior de Trump estarán Venezuela y Cuba, países a los que Estados Unidos ha impuesto sendos paquetes de sanciones, incluso durante la Administración del demócrata Joe Biden. Según Edgar Franco, hay «una alta probabilidad» de que el nuevo presidente aumente estos castigos, sobre todo por «la presión migratoria».
En el caso de Argentina, se espera que Estados Unidos ayude económicamente al país para hacer frente a su abultada deuda pública dada la buena relación de Trump con Javier Milei, indica a EFE Manuel Orozco, director del programa de migración, remesas y desarrollo de la organización Inter-American Dialogue.
En este sentido, Orozco incide en que Trump intentará que el Fondo Monetario Internacional facilite «un préstamo que ayude al país a acelerar su recuperación económica».
Y señala que Argentina «se ha perfilado como un aliado importante en relación con las dictaduras de Latinoamérica, con lo que puede cambiar el balance político en el sistema interamericano y en las presiones contra varios países».
En Colombia, cuyo presidente Gustavo Petro sigue una línea más progresista que Trump, la política exterior de Estados Unidos «girará en torno al apoyo de integración a venezolanos y a contener la inmigración», señala Orozco.
El experto considera además que Colombia «no avanzará más hacia la izquierda» en sus próximas elecciones presidenciales en 2026, «lo que pondrá a Estados Unidos en una posición más cómoda» con respecto al país.
Por su parte, la relación con Brasil no estará en la lista de prioridades de Estados Unidos, aunque el interés del republicano por explotar recursos minerales y combustibles fósiles en este país chocará con la intención del presidente Lula Inácio da Silva de ser respetuoso con el medio ambiente.
Así, Edgar Franco explica que el impacto climático puede ser uno de los factores más negativos para Latinoamérica, especialmente si Estados Unidos invierte en sectores como el de los combustibles fósiles en países como Brasil sin tener en cuenta la protección del medio ambiente.
Por otro lado, el docente prevé que Trump no muestre demasiado interés en ayudar al país a obtener un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU ni tampoco en invertir «en capital diplomático» en este tipo de organismos.
Y aunque los expertos pronostican que el país que más se verá afectado por las políticas de Trump será México -sobre todo por la crisis migratoria y los altos aranceles prometidos por el republicano- la relación entre ambos países «no se desmoronará», según expresa a EFE el vicepresidente del Consejo de las Américas (COA), Eric Farnsworth.
Cambios con respecto a Biden
Ahora queda la incógnita de si el republicano llevará a cabo cambios radicales con respecto a su predecesor, el demócrata Joe Biden: «La única referencia que tenemos es lo que Trump hizo en el pasado, como cortar la cooperación económica con Centroamérica o aumentar la presión política sobre Cuba, Nicaragua y Venezuela», señala Orozco.
Y añade que una continuidad de estas políticas significaría un gran retroceso respecto al gobierno de Biden, que de acuerdo al docente consiguió reducir «parcialmente» la tendencia migratoria.
Por su parte, Edgar Franco asegura que Latinoamérica «nunca ha sido una prioridad para los gobiernos de Estados Unidos» y prevé que con Trump los principales cambios políticos se enfoquen en México, sobre todo en lo que respecta a política migratoria, aranceles y lucha contra el crimen organizado.