Desde la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Joe Biden, denunció las declaraciones de Donald Trump sobre los migrantes haitianos y le pidió que pusiera fin a sus comentarios incendiarios.
Este llamamiento fue ignorado por el candidato republicano, que volvió a apuntar a los haitianos prometiendo deportar a Venezuela a los migrantes ilegales.
En los jardines de la Casa Blanca, Joe Biden presidió una ceremonia para celebrar la excelencia negra.
El Presidente aprovechó la ocasión para pedir a Donald Trump que ponga fin a sus ataques contra los migrantes haitianos: «¡Esto tiene que acabar!».
Estos comentarios, desmentidos por las autoridades locales, provocaron amenazas de bomba e insultos racistas contra el ayuntamiento y una escuela.
Amenazas desoídas por Donald Trump, que incluso fue más allá en una rueda de prensa en Los Ángeles: «La verdadera amenaza es lo que está ocurriendo en nuestra frontera. Miles de personas están siendo asesinadas por migrantes que entran ilegalmente. Vamos a hacer grandes deportaciones desde Springfield, Ohio, ¡vamos a deportar a toda esta gente a Venezuela!».
En su programa de campaña, Donald Trump prometió la mayor deportación de la historia de Estados Unidos: casi 12 millones de personas estarían afectadas.
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RFI