SAN SALVADOR (AP) — El Congreso salvadoreño aprobó el miércoles enviar un contingente militar a Haití que participará en operaciones de evacuaciones médicas como parte de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), liderada por Kenia.
El acuerdo se tomó con los votos de 57 de los 60 diputados del Congreso unicameral controlado por el partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele y sus aliados. Los tres diputados de oposición no votaron.
La directora de Asuntos Jurídicos de la cancillería salvadoreña, Patricia Aguilera, explicó a los diputados que el apoyo ofrecido es «un contingente de la Fuerza Armada Salvadoreña para ejecutar operaciones de evacuación médica, bajo el grupo de los cascos azules”.
Aguilera detalló que se trata del Acuerdo sobre la Protección de la Condición de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, suscrito recientemente entre las representaciones diplomáticas de El Salvador y Haití en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Agregó que el acuerdo busca “dar seguridad jurídica al Estado parte, contratistas y personal de la misión” y aclaró que el primer contingente realizará solo operaciones de evacuación médica porque esa es la experiencia que han acumulado en las misiones de las Naciones Unidas.
“Como país, hoy somos un ejemplo en el tema de seguridad a nivel internacional y es por eso que brindamos apoyo, pero detallamos que, para evacuaciones médicas, esa es nuestra experiencia”, enfatizó.
El acuerdo suscrito establece las disposiciones legales y formaliza los términos para el despliegue y funcionamiento de la Misión conformada por los Estados parte del acuerdo, destinada a contribuir a la estabilización y fortalecimiento de la seguridad en Haití, según se explicó.
El acuerdo para que militares de El Salvador puedan hacer evacuaciones médicas en Haití estará en vigencia hasta el 2 de octubre de 2025, de acuerdo a lo aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), aunque podrá ser renovado.
En marzo el presidente Bukele ofreció exportar su modelo de seguridad a Haití, país sumido en la pobreza y una alarmante inseguridad generada por las pandillas, pero dijo que necesitaba una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del gobierno haitiano y que se cubran con los gastos de la misión.
Bukele que inició su primer mandato el 1 de junio de 2019, implementó un plan de seguridad reforzado con políticas de mano dura para combatir a las temibles pandillas que por más de tres décadas aterrorizaron a los salvadoreños a los que extorsionaban y asesinaban casi con total impunidad.
En 2015 El Salvador era considerado uno de los países más violentos del mundo con 5.656 homicidios, una tasa de 106 muertes violentas por cada 1000.000 habitantes.
Pero el panorama cambió luego de que el país registró 62 homicidios en un sólo día y el Congreso aprobó en marzo de 2022 la solicitud de Bukele de establecer un régimen de excepción que suspende garantías constitucionales, como el derecho de asociación, y permite a las autoridades intervenir comunicaciones de sospechosos.
La medida, que debía ser temporal, lleva más de dos años y medio en vigor y ha sido cuestionada en repetidas ocasiones por organismos y activistas de derechos humanos, que han registrado más de 6.000 denuncias presentadas por las víctimas y dicen haber documentado la muerte de 329 personas privadas de libertad.
Durante la implementación del régimen de excepción el gobierno destaca una reducción de delitos y la captura de más de 83.000 supuestos pandilleros o colaboradores de estos grupos criminales.
El país cerró 2023 con 214 homicidios, entre ellos, 38 muertes de presuntos pandilleros en supuestos enfrentamientos con las autoridades. En lo que va del año la policía ha registrado 125 asesinatos.