Dice no hay equilibrio cuando juega con un transgénero; cree deben tener su propia liga
SANTO DOMINGO.- En los años iniciales de la década del 2000 y mientras “quemaba” su etapa de bolerista, Bethania De la Cruz observaba a las Reinas del Caribe de entonces acumular triunfos, pero más que anhelar imitar a algunas de esas portentos, prefirió crear y desarrollar su propia identidad.
De esta manera lo hizo y batalló hasta esperar su turno, el cual cuando se produjo, lo hizo para quedarse hasta el extremo que tras 20 largos años se despide de la selección nacional como una de las grandes en ese deporte que registra la historia del voleibol dominicano.
“Veía a todas esas talentosas jugadoras fajarse para que el país levantara los trofeos, pero desde mis primeros años me propuse que quería establecer mi propia identidad”, expresó la espigada jugadora mientras participaba como invitada en Diamante El Podcast, espacio conducido por los comunicadores William Aish, Pedro G. Briceño, Baudilio Jiménez, Bienvenido Carmona Jr. y Josué Batista.
Y de qué forma lo hizo, durante 20 años como miembro prominente de las Reinas del Caribe, Bethania integró tres equipos campeones que conquistaron Juegos Panamericanos, otros tres que lograron Centroamericanos y del Caribe, otros cuatro que se ciñeron Copas Panamericanas.
Además, paseó su talento como refuerzo de primer nivel en las principales ligas de voleibol en el mundo y lo realizó con tanto éxito y consistencia que la oriunda del Distrito Nacional está ranqueada entre las más consagradas rematadoras de todos los tiempos.
En una palabra, su carrera la define como muy exitosa y no solo por su status de brillante atleta además por el hecho de que pudo permanecer por mucho tiempo en la cúspide y al mismo tiempo sacar brillante calificaciones en sus roles de madre y esposa.
Bien preparada para el retiro
De la Cruz venía desde los dos últimos años pensando lo que sería su despedida de la selección nacional. “Ya en los últimos dos años tenía otro rol, ya no iniciaba los partidos, pero siempre entraba y realizaba mi buen trabajo”, resalta.
“Ese tiempo me ayudó a irme visualizando para cuando estuviera fuera del seleccionado y me propuse que los Juegos Olímpicos de Paris sería mi última parada”, agregó. Jugó tres olimpiadas de cuatro que han tenido las Reinas del Caribe.
Expresa que la mejor liga en que ha jugado es la de Italia, mientras que las que menos le gustó jugar fue Rusia y fue por el constante frío que existe en esa nación. También sostuvo que nunca jugaría con atletas transgénero. “Deberían hacerle una Liga para ellos”, sostiene.
“No hay equilibrio cuando juegas con transgénero, pero eso lo decide la federación internacional, no yo”, señala.
Mientras que las jugadoras con quienes mejor se llevó durante su carrera fueron Cindy Rondón, Gina Mambrú entre otras, aunque era amiga de todas.
De la Cruz aún permanece jugando y se prepara para retornar a la Liga de Estados Unidos
Time Out
De la Cruz inició hace unos días junto a Mambrú el proyecto Time Out donde cuentan sus vidas, encuentro efectuado en galería 360, junto con Camil Domínguez, Karla Echenique, la boricua Audry Cruz así como la prominente cubana, Mireya Luis.