En desventaja hasta el último episodio, los nipones encontraron las debilidades del cerrador Giovanny Gallegos, acallaron la celebración de los mexicanos en el Loan Depot Park de Miami y concretaron la esperada clasificación para enfrentar a Estados Unidos por el título del Clásico Mundial.

Chocaban el último de Tokio 2020 y el campeón olímpico, pero la desigualdad no fue en absoluto el signo de la victoria de Japón 6-5 sobre México en la segunda semifinal del Clásico Mundial de Béisbol.

Los nipones llegaron en desventaja 5-4 al noveno inning, después de un partido en el que México se las arregló para evitar que la ofensiva rival trascendiera, con base en la solvencia de su cuerpo de lanzadores y en varias genialidades defensivas del cubano nacionalizado Randy Arozarena.

México se fue adelante 3-0 en la cuarta entrada, con un cuadrangular de Luis Urías que encontró corriendo en las bases a Rowdy Téllez e Isaac Paredes.

Japón igualó con la misma fórmula exacta en la parte baja del séptimo episodio. Masataka Yoshida la sacó del parque y remolcó a Shohei Ohtani y Kensuke Kondoh.

Pero la paridad no duró mucho. En el octavo acto, Arozarena se embasó con un doble y anotó con otro batazo de dos bases de Alex Verdugo. Paredes amplió la ventaja con un sencillo que impulsó a Jarren Durán, quien había entrado a correr en lugar de Verdugo.