Nueva York (EFE).– La defensa del expresidente Donald Trump (2017-2021) atacó este jueves la credibilidad de Michael Cohen, que fue abogado y mano derecha del exmandatario, durante su segundo día de contrainterrogatorio en el juicio penal contra el político republicano.
Durante el examen al testigo estrella de la fiscalía en la mañana de este jueves, el abogado principal de Trump, Todd Blanche, se centró en dejar en evidencia la honestidad de Cohen ante el jurado y no tanto en discutir cuestiones específicas del caso.
Esta semana, Cohen testificó que Trump le ordenó pagar 130.000 dólares para silenciar durante la campaña a Stormy Daniels, una estrella porno que afirma haber mantenido relaciones con Trump en 2006, y detalló cómo éste le reembolsó más tarde por sus gastos.
Mentiras de Cohen bajo juramento
Una de sus tácticas para dejar en tela de juicio ante el jurado la credibilidad de Cohen fue pedir al exabogado de Trump que contara las mentiras que dijo al Comité de Inteligencia de la Cámara Representantes de 2017, donde Cohen mintió bajo juramento, lo que le costó ser acusado de perjurio en 2018.
Blanche se apoyó en el hecho de que Cohen reconoció bajo juramento en el juicio por fraude civil de Trump que había mentido entonces.
«Y volvió a mentir cuando se reunió con el fiscal especial el 7 de agosto (2018), ¿correcto?», le preguntó Blanche, a lo que Cohen respondió con un : «Correcto».
Cohen, que se mostró extremadamente sereno durante las primeras tres horas del contrainterrogatorio, dijo aceptar la responsabilidad por mentir bajo juramento.
No obstante, señaló que lo hizo porque era lo que Trump quería, y también porque «lo que estaba en juego (le) afectaba personalmente».
Cohen cumplió condena en prisión después de declararse culpable en 2018 de cargos federales de financiación de campañas relacionados con el plan de silenciar el escándalo extramatrimonial durante la campaña electoral de Trump en 2016.
Blanche buscó infructuosamente que Cohen admitiera haber mentido sobre el motivo de las llamadas a finales de 2016 a Keith Schiller, el guardaespaldas de Trump, al indicar que no fue para negociar el pago de Daniels, como ha testificado, sino para hablar de una serie de llamadas de acoso de un bromista de 14 años.
«Crédito» por la acusación de Trump
Otra vía que usó Blanche este jueves fue la de subrayar el odio a Trump por parte de Cohen -cuya lealtad se desintegró en 2018- y preguntó al exabogado si creía que su pódcast ‘Mea Culpa’ y entrevistas que ha dado a los medios ayudaron a que Donald Trump fuera acusado.
«Me atribuí algo de crédito, sí», dijo Cohen con un tono sosegado.
La defensa, además, mostró hoy varios clips del programa de Cohen usando un lenguaje grosero para referirse a Trump.
En uno de los extractos que se mostraron este jueves, el que fue la mano derecha del político republicano llamaba a Trump «tonto Donald»
El equipo legal de Trump también dejó entrever al jurado una posible vendetta por parte del que fue parte del círculo cercano de Trump por no haber escalado más en la escala laboral de la Casa Blanca.
Así como su falta de profesionalidad en general al apuntar que había sido inhabilitado y que usó un programa de inteligencia artificial (IA) para generar citaciones legales a sus abogados, respuesta que resultó ser una alucinación -con una estructura correcta, pero información falsa- del software.
Séquito republicano
Trump, acusado en este juicio de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales y que de ser acusado podría ser sentenciado a libertad condicional o hasta cuatro años de prisión, asistió hoy a la corte con un séquito de republicanos, algo que no es inusual.
Su hijo Eric y más de diez legisladores republicanos se sentaron este jueves detrás de Trump, poniendo de manifiesto que, pese a tener que pasar cuatro días cada semana en el Tribunal Penal de Manhattan, el jefe está en medio de su campaña para las elecciones presidenciales de este año.